viernes, 29 de febrero de 2008

DECALOGO DEL BUEN PAN....


1. El pan nuestro de cada día es sinónimo de prosperidad y ventura. Preservemos la excelencia del pan bendito. Carece de elementos perjudiciales para la salud.

2. Sustituir el pan por otros componentes en la dieta diaria es un error. El pan es la estrella en nuestra dieta mediterránea. Conservemos su carácter de alimento natural a base de harina, sal, levadura y agua potable.

3. El pan ayuda a satisfacer las necesidades energéticas, proteicas y minerales. Hagamos del consumo de pan una sana costumbre. Los hidratos de carbono que aporta contribuyen a equilibrar los porcentajes de proteínas, grasa y glúcidos que necesitamos diariamente.

4. El pan no engorda. No sea ingenuo. No hay alimentos que engorden o adelgacen, el secreto está en el exceso. Un gramo de pan da lugar a 2,5 kilocalorías; un gramo de proteína, a 4; y un gramo de alcohol a 7 kilocalorías.

5. El pan es el alimento de más fácil obtención. No es comparable a ningún otro por su relación calidad-precio y seguro abastecimiento. Equipara por igual a la aristocracia y a los más indigentes. Es el alimento que consume a diario más de la mitad de la población mundial.

6. El pan se adapta a cualquier tipo de alimento. Ayuda a que se produzca la sensación de saciedad, contribuyendo a disminuir el consumo abusivo que conduce a la obesidad. Rico en fibra, abrevia eficazmente el tránsito de los residuos alimentarios.

7. El pan es incomparable por su sabor, olor, consistencia y aspecto agradable. Saquémosle toda su miga. Disminuye el colesterol, convirtiéndose en una parte importante en la prevención de enfermedades coronarias. Contribuye a disminuir la urea en la sangre y aporta vitamina B1 fortaleciendo el sistema nervioso, con ventaja sobre cualquier otro alimento.

8. El pan orienta la nutrición hacia la satisfacción del gusto. El consumo de pan no cansa. Es imprescindible en cualquier mesa. Hace más apetitosos los alimentos fisiológicamente convenientes y recomendables.

9. El pan es signo de autenticidad. Los compañeros comparten el pan. Distingue a quien procede con franqueza y lealtad. Ser más bueno que el pan se aplica a personas sumamente bondadosas.

10. Pan en la mitología, era el dios de los pastores y de los rebaños. Las melodías de PAN eran consideradas tan sobrecogedoras que en los poemas homéricos se dice que superaban la belleza musical de las aves que anunciaban la primavera. Decíase de él que tenía el poder de otorgar todo lo que pedían los hombres. En sus templos ardía el fuego perpetuo.

MERMELADA DE GUAYABA......


Una de las mas criollitas, riquisima con queso blancoLos ingredientes: 1 kilo de guayaba rosada sin piel cortada en trozos, 2 tazas de azúcar, una cucharada de zumo de limón y 3 tazas de agua.

La preparación: se pone a cocinar la guayaba en el agua, por unos diez a quince minutos. Posteriormente se cuela y el agua que se usó para cocinarla se reserva.
Se pasa la guayaba por un colador para obtener la pulpa sin las semillas y se coloca en una cacerola con el azúcar, el zumo de limón y taza y media del agua que se utilizó para cocinar la fruta. Se cocina a fuego medio por aproximadamente 20 minutos o hasta obtener la consistencia deseada, removiendo constantemente para evitar que la mermelada se queme en el fondo. Y listo!!

Al terminar se envasa en un frasco esterilizado y se guarda en la nevera.

jueves, 28 de febrero de 2008

MERMELADA DE AJI DULCE


Despues de este largo receso sin escribir aqui estoy de nuevo, les presento a su consideracion una receta de mermelada con sabor no tradicional.,esta misma receta con pimenton es sublime .



Ingredientes :
250 g (9 oz) de ají dulce fresco, sin semillas ni venas
2 cucharadas de vinagre
1 taza de azúcar
Gotas de jugo de limón
1 cucharadita de mantequilla o margarina



Preparación:

Lavar bien los ajíes y colocar en una olla. Cubrir los ajíes con agua y llevar a hervir. Dejar hervir 5 minutos, retirar del fuego y escurrir. Volver a cubrir con agua y repetir el proceso 2 veces más.

Licuar el ají con el vinagre y verterlo luego a una olla. Agregarle las gotas de limón y el azúcar y mezclar. Llevar a hervir hasta que espese y tome punto. Agregar la mantequilla y retirar del fuego. Dejar enfriar.