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sábado, 15 de septiembre de 2007
MOSTACHON DE AVELLANAS....
En épocas antiguas, estos frutos secos eran símbolo de sabiduría, magia y, por supuesto, grato sabor. Hoy por hoy, sus aplicaciones en la cocina contemporánea se debaten entre lo dulce y lo salado. , resultan un bocado esencial
Se dice que en tiempos de la civilización celta, la madera del avellano era empleada por los supersticiosos para hacer varitas mágicas, mientras que otras culturas usaban sus horquetas para buscar agua u objetos perdidos. Una de las variedades más conocidas de este fruto seco -que se consume en otras latitudes en otoño e invierno- es la Filbert, cuya denominación rinde homenaje a San Filiberto: su fiesta se celebra en el mes de agosto y anuncia la proximidad de la cosecha de las avellanas. Las regiones en las que abunda este cultivo se ubican en Europa y algunas partes de Asia.
La avellana tiene efectos beneficiosos en el organismo, ya que previene los ataques cardiacos y proporciona vitaminas E y B, potasio, fósforo, zinc, magnesio, hierro, grasas no saturadas y proteínas; actúa como un eficiente antioxidante y colabora en la formación de glóbulos rojos. Cincuenta gramos de avellanas sin cáscara aportan a la dieta diaria unas 300 calorías. Gastronómicamente, suelen utilizarse en pasteles, helados y bombones. En platos salados, se lucen acompañando ensaladas verdes y algunos quesos. Para pelarlas, hay que meterlas al horno a temperatura moderada hasta que se tuesten ligeramente; luego se colocan en una bolsa de papel y se frotan entre sí para que suelten la cáscara.
Mostachón de avellanas
Para 8 personas
INGREDIENTES
o 270 gramos de avellanas molidas
o 670 gramos de azúcar
o 70 gramos de harina leudante
o 12 claras frías de huevo
o1/2 litro de crema para batir
o Nutella y chocolate amargo rallado
al gusto
o Crema chantilly al gusto
PREPARACION
Para el bizcocho
o Se mezcla la harina leudante con 170 gramos de avellanas molidas y 170 gramos de azúcar.
o Aparte, se baten las claras a punto de nieve con 400 gramos de azúcar. Se les agrega la mezcla de azúcar, harina y avellanas. Ambas se revuelven por breves instantes (si se baten demasiado, se corre el riesgo de que las claras pierdan su punto).
o Se coloca todo en una manga de repostería. Sobre una bandeja grande, enmantequillada y enharinada, se hacen tres bases circulares o discos con la mezcla.
o La bandeja va al horno a 200º. Se extrae cuando los discos empiecen a dorarse.
Para la crema de relleno
oSe mezcla la crema chantilly, la Nutella y más avellanas molidas, todo al gusto.
o Se cubre con esta crema el primer disco; luego se coloca otro disco encima y se cubre de nuevo con crema. Cuando estén ensamblados los tres discos, se cubre la torta con la crema restante. Se deja enfriar el mostachón en la nevera.
Para la cubierta de chocolate
o En una olla pequeña, se calienta medio litro de crema para batir. Cuando esté tibia, se retira del fuego y se le añade el azúcar restante con el chocolate amargo rallado.
o Se revuelve la mezcla. Cuando quede homogénea, se deja reposar y se cubre con ella el mostachón, que luego se puede decorar con avellanas enteras cubiertas con mazapán de colores.
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